domingo, septiembre 10, 2006
Otro ejercicio de puntuación
Visión de reojo*
La verdá la verdá me plantó la mano en el culo y yo estaba apunto de pegarle gritos cuando el colectivo pasó frente a una iglesia y lo vi persignarse buen muchacho después de todo me dije quizá no lo esté haciendo a propósito o quizá su mano derecha ignore lo que su mano izquierda hace traté de correrme al interior del coche --porque una cosa es justificar y otra muy distinta es dejarse manosear-pero cada vez subían más pasajeros y no había forma mis esguinces sólo sirvieron para que él meta mejor la mano y hasta me acaricie yo me ponía nerviosa él también pasamos frente a otra iglesia pero ni se dio cuenta y se llevó la mano a la cara sólo para secarse el sudor yo lo empecé a mirar de reojo haciéndome la disimulada no fuera a creer que me estaba gustando imposible correrme y eso que me sacudía decidí entonces tomarme la revancha y a la vez le planté la mano en el culo a él pocas cuadras después una oleada de gente me sacó de su mano a empujones los que me bajaban me arrancaron del colectivo y ahora lamento haberlo perdido así de golpe porque en su billetera sólo había 7.400 pesos de los viejos y más hubiera podido sacarle en un encuentro a solas parecía cariñoso y muy desprendido.
*Luisa Valenzuela
La verdá la verdá me plantó la mano en el culo y yo estaba apunto de pegarle gritos cuando el colectivo pasó frente a una iglesia y lo vi persignarse buen muchacho después de todo me dije quizá no lo esté haciendo a propósito o quizá su mano derecha ignore lo que su mano izquierda hace traté de correrme al interior del coche --porque una cosa es justificar y otra muy distinta es dejarse manosear-pero cada vez subían más pasajeros y no había forma mis esguinces sólo sirvieron para que él meta mejor la mano y hasta me acaricie yo me ponía nerviosa él también pasamos frente a otra iglesia pero ni se dio cuenta y se llevó la mano a la cara sólo para secarse el sudor yo lo empecé a mirar de reojo haciéndome la disimulada no fuera a creer que me estaba gustando imposible correrme y eso que me sacudía decidí entonces tomarme la revancha y a la vez le planté la mano en el culo a él pocas cuadras después una oleada de gente me sacó de su mano a empujones los que me bajaban me arrancaron del colectivo y ahora lamento haberlo perdido así de golpe porque en su billetera sólo había 7.400 pesos de los viejos y más hubiera podido sacarle en un encuentro a solas parecía cariñoso y muy desprendido.
*Luisa Valenzuela